La plaga de la araña amarilla

araignée jaune

La plaga de la araña amarilla se ha detectado en la mayoría de las regiones con cultivos de vid en España, exceptuando las comarcas gallegas. Se trata de una invasión que causa importantes daños, destruyendo los tejidos infectados, pero también defoliando las plantaciones, aprovechándose de nuestras características climáticas.

Insecto de la plaga

Los machos son de un menor tamaño que las hembras, y se les conoce por un abdomen de punta. Las hembras adultas tienen una forma ovalada, y su color varía en función de su estado, desde amarillo verdoso en el caso de esté activa, y de un color naranja tirando a rojizo cuando están en hibernación.

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Cuando han invadido una plantación, y se ha producido la defoliación antes de finalizar septiembre, las arañas amarillas que no han acabado aún su ciclo, rastrearán nuevos espacios para alimentarse, utilizando para ello cualquier zona verde, sea de la misma planta de vid, o también de las cepas vecinas.

Síntomas y señales de la aparición de la plaga

Los umbrales adecuados de temperatura para el desarrollo de los ciclos de estos ácaros están entre los 10-12ºC, y los 40º, siendo la temperatura óptima los 30-32ºC.

Las primeras señales producidas por la invasión de la araña amarilla se observan al colocar las hojas frente al sol, de forma translúcida, donde observaremos unos puntos verdes de todo amarillento. Si la hoja está muy atacada se degenerará con rapidez y terminará cayendo.

Protección y tratamiento

La mejor prevención contra la araña amarilla es la que comienza eliminando la maleza con el uso de fitosanitarios herbicidas, sobre todo la mala hierba que está pegada a los troncos de la vid.

En lo referente a la protección química, es preciso elegir el mejor tratamiento acaricida. La mayor eficacia se obtiene aplicando el producto en la parte posterior de las hojas.

Ciclo de la plaga

El invierno transcurre con la hembra escondida en diferentes lugares, ya sea las cortezas de árboles, hojas secas, el suelo, y los cultivos susceptibles de ataque, fundamentalmente la vid.  La primavera favorece el traslado de la plaga a las plantaciones, donde comienza a alimentarse desde la parte posterior (el envés) de las hojas. Sobre dichas hojas se producirá la puesta de huevos. Con unas óptimas condiciones, en tan solo 15 días se puede desarrollar una nueva generación.

Al finalizar el otoño, las hembras empiezan a invernar.

Proceso de ataque

Cuando el ataque se produce a las hojas, estas pueden verse moteadas de un tono amarillo al principio, con este color en la totalidad de la superficie en etapas posteriores, y la hoja acaba secándose y cayendo. Si el ataque es a los frutos, van a adquirir un tono gris.

Métodos de control

Los métodos de control se dividen en 3 partes:

  • Biológico

    Hay varios enemigos naturales de los ácaros de esta plaga, que pueden servir como depredadores de la araña amarilla. Entre estos depredadores naturales está el ácaro Amblyseius, el Typhodromus, Crisópidos y Antocóridos, los Coccinélidos, etc.

  • Prácticas agrícolas

    Al verse los primeros síntomas de la plaga, es preciso actuar con rapidez. Lo primero es suprimir las malas hierbas alrededor de las cepas, sobre todo en la fase previa a la brotación. Para ello pueden emplearse herbicidas autorizados.

  • Controles químicos

    Con productos químicos de tratamiento hay que elegir el mejor acaricida, y aplicarlo en la cantidad adecuada en la parte posterior de la hoja. Como ejemplos de acaricidas que aportan buena eficacia, está el fenbutestan y dicofol.

Fuente imagen: www.enotecamerlot.com

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