Los secretos del abono para viña

abono para viña

La fertilización del viñedo es bastante compleja, puesto que está condicionada por muchos factores: los objetivos que tengamos en cada campo, la calidad del vino que queramos obtener, la variedad y portainjerto que se trate conjuntamente con el tipo de suelo, la climatología de la zona, etc. 

En este artículo especial sobre abono para viña te explicamos la función que cada elemento desarrolla en la planta, así como las consecuencias de su exceso o defecto.

Así podrás saber cómo hacer que la fertilización de tu viñedo sea lo más eficaz posible, consiguiendo buenos resultados productivos y de calidad.

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¿De qué dependen las necesidades nutricionales a lo largo de la campaña?

El abono para viña está condicionada por factores medioambientales. Distinguimos principalmente 2 áreas en cuanto a clima y características del suelo:

  • Zona de Galicia: clima húmedo y suelo ácido con altos índices de materia orgánica. El problema principal es el ataque de Mildiu.
  • Meseta, Levante y los valles del Ebro, Duero, Tajo, Guadalquivir y Guadiana: clima seco y suelos alcalinos, con bajos índices de materia orgánica y con alta concentración de caliza activa. Los problemas se originan básicamente en torno al oídio en primavera y a la botritis en la vendimia.

Ambas zonas comparten índices de bloqueo del fósforo elevados.

Como recomendación general sobre los nutrientes, aportamos esta información extractada de la Guía Práctica de la Fertilización editada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (parte II, página 220):

abono especial viñas

Análisis foliares: la base del diagnóstico en el abono para viña

Para afinar en fertilización es esencial hacer análisis foliares, destinados a  diagnosticar deficiencias o excesos de nutrientes.

A continuación, enumeramos los rangos óptimos de cada elemento en función del órgano concreto y el estado fenológico:

  • Nitrógeno (N):
    • Cantidades entre 3.9% y 5.0% para tejidos limbo/floración.
    • Cantidades entre 2.2% y 4.0% para tejidos limbo/envero.
    • Fácil de corregir.
  • Fósforo (P):
    • Cantidades entre 0.2% y 0.46% para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 0.15% y 0.3% para tejidos  limbo/floración.
    • Difícil de corregir ligado a su acidez elevada.
  • Potasio (K):
    • Cantidades mayor que  1.5% para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 1.0% y 1.8% para tejidos limbo/floración.
    • Cantidades entre 1.2% y 3.0% para tejidos peciolo/envero.
    • Cantidades entre 0.8% y 1.6% para tejidos limbo/envero.
    • Fácil de corregir.
  • Magenesio (Mg):
    • Cantidades mayor que  0.3% para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 0.3% y 0.6% para tejidos limbo/floración.
    • Cantidades entre 0.3% y 0.6% para tejidos  limbo/envero.
    • Si el suelo es rico en K, evita los abonados intensos con este elemento como medio de combate.
  • Calcio (Ca):
    • Cantidades entre 1.2% y 2.5% para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 1.8% y 3.2% para tejidos limbo/envero.
    • Hacer enmiendas calizas antes de plantar para su corrección.
  • Boro (B):
    • Cantidades entre 30(mg/kg) y 100(mg/kg) para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 35(mg/kg) y 100(mg/kg) para tejidos limbo/envero.
    • Se corrige preferentemente por vía foliar.
  • Manganesio (Mn):
    • Cantidades mayores que 25(mg/kg) para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 25(mg/kg) y 200(mg/kg) para tejidos limbo/envero.
    • Se corrige generalmente por pulverización.
  • Cinc (Zn):
    • Cantidades mayores que 26(mg/kg) para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 35(mg/kg) y 60(mg/kg) para tejidos limbo/floración.
    • Cantidades entre 30(mg/kg) y 60(mg/kg) para tejidos limbo/envero.
    • Fácil de corregir
  • Nitrato (NO3):
    • Cantidades entre 0.22% y 0.53% para tejidos peciolo/floración.
  • Sodio (Na):
    • Cantidades entre 0.1% y 0.4% para tejidos peciolo/envero.
    • Cantidades menores que 0.1% para tejidos limbo/envero.
  • Cloro (Cl):
    • Cantidades menores que  1.5% para tejidos peciolo/envero.
    • Cantidades menores que 1.3% para tejidos limbo/envero.
  • Cobre (Cu):
    • Cantidades mayores que 6(mg/kg) para tejidos peciolo/floración.
    • Cantidades entre 10(mg/kg) y 300(mg/kg) para tejidos limbo/floración.
    • Cantidades entre 10(mg/kg) y 300(mg/kg) para tejidos limbo/envero.

Cómo identificar la carencia o el exceso de elementos en la vid 

Para detectar si falta o sobra de algún elemento y poder corregirlo, es importante identificar qué síntomas provocan el exceso o el defecto:

  • Nitrógeno: actúa en la composición de enzimas, vitaminas y clorofila, y es el responsable del crecimiento de la vid y contribuye a la formación de aminoácidos y proteínas vegetales. El momento de más demanda tiene lugar con el mayor crecimiento de los pámpanos, en la floración y cuajado, y en el engrosamiento de los frutos. Es poco estable en el suelo.
    • Deficiencia: raquitismo generalizado de la planta, crecimiento lento, amarillamiento de las hojas, menor cantidad y calidad en la cosecha. Si quieres saber como evitar la pérdida de nitrógeno con abono consulta nuesto post. 
    • Exceso: aumenta la producción, pero esta será de menor calidad, con frutos que presentan escasos azúcares, poca materia colorante, menos aroma de los mostos y una alta vulnerabilidad a enfermedades criptogámicas.
  • Potasio: fundamental para el vigor y el crecimiento de la vid, interviene en la respiración celular, en la formación de lípidos, la fotosíntesis y el transporte de azúcares. Regula la turgencia de las hojas y mejora la resistencia a sequía.
    • Deficiencia: coloración rojiza alrededor de la hoja, y amarillamiento en las variedades blancas, enrollado hacia abajo y del extremo a la base del sarmiento. Maduración de uva desequilibrada, y deficiente calidad de la cosecha, pobre coloración y baja concentración de azúcares.
    • Exceso: al ser antagonista del Magnesio, su exceso provoca carencias inducidas de este elemento. En el mosto provoca vinos excesivamente alcohólicos, de pH elevado y con poca capacidad de envejecimiento.
  • Calcio: regula la asimilación de Mg, K y Na, y tiene gran influencia en el color y los aromas del vino. Si se aplica tarde endurece el hollejo, mejora la resistencia a la botritis y potencia los aromas de los vinos.
  • Deficiencia: junto con la deficiencia de Magnesio, propicia la necrosis de raquis.
  • Magnesio: es esencial en la clorofila, y está directamente relacionado con la fotosíntesis y con la síntesis de proteínas.
    • Deficiencia: amarillamiento y enrojecimiento entre los nervios. Es frecuente cuando el pH es menor a 5’5, y cuando hay contenidos elevados de K los vinos resultantes son desequilibrados a causa de un bajo contenido en azúcar.
  • Boro: interviene en la germinación del polen y en el cuajado de los racimos.
    • Deficiencia: habitual en suelos de tipo calizo y de pH elevado, se manifiesta en cuajados deficientes.
  • Cobre: su carencia no es habitual. En variedades blancas muy aromáticas como Verdejo, Sauvignon Blanc o Gewuztraminer su uso foliar elimina el aporte aromático.
  • Hierro: participa en la síntesis de clorofila, en la fotosíntesis y en la respiración celular.
    • Deficiencia: los altos niveles de Caliza Activa afectan a la asimilación del hierro. Los síntomas de la carencia se inician en las hojas más jóvenes, con clorosis del limbo, manteniéndose verdes los nervios.
  • Molibdeno: este elemento se absorbe bien en terrenos calcáreos de pH elevado. Se da una carencia específica en la variedad Merlot, que provoca muerte súbita de plantas. La solución son aplicaciones foliares de Molibdeno.
  • Zinc: regula el crecimiento de las plantas.
    • Deficiencia: es común en suelos arenosos, de pH elevado y calcáreos. Aparece sobre todo en plantas jóvenes, que tienen desarrollos foliares muy pequeños. Los racimos de menor tamaño dan bayas sin pepitas.

 

Cómo aplicar el abono para viña

Como ves, el abono para viña es muy especial. A menudo requiere cálculos diferentes para cada parcela. Es muy importante realizar análisis foliares de cada campo concreto, y también saber qué se aportó en años anteriores para valorar los resultados. 

Para manejar de forma ágil toda esta cantidad de datos, en Agroptima te ofrecemos un programa que te permite tenerlos bien referenciados y ordenados, y siempre  disponibles para tu consulta desde tu teléfono móvil.

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