Sistemas agrícolas tradicionales, cada vez más sostenibles

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Tan antigua es la historia de la agricultura (más de 10 mil años) como la de los diferentes sistemas agrícolas que ha utilizado el hombre para sacar provecho de la tierra en medio de los más diversos panoramas ambientales o culturales.

Aunque en la actualidad, los sistemas tecnificados y de producción a escala han ganado terreno a nivel mundial debido a la necesidad de cubrir la creciente demanda de alimentos, lo cierto es que aún se conservan innumerables técnicas tradicionales que han sido creadas, transformadas y mantenidas con el conocimiento de innumerables generaciones de campesinos.

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Los tres sistemas más comunes en el mundo

Estos sistemas de agricultura tradicional, unos más sostenibles que otros, comparten la misma finalidad: garantizar la subsistencia de las comunidades locales con el cultivo de varios productos y el uso de herramientas o técnicas rudimentarias. Se distinguen principalmente en tres tipos: itinerante, extensiva de secano y ricicultura monzónica.

Itinerante, el más arcaico

Ésta es la más arcaica de todas y la responsable de la deforestación de gran cantidad de bosques.

Itinerante

Conocida también como un sistema de “tala y quema”, consiste en cortar la vegetación y quemarla para utilizar las cenizas como abono y proceder al sembrado. El terreno se explota continuamente con policultivos para el consumo (cereales y vegetales, principalmente) durante tres o cuatro años hasta que los nutrientes se agotan y los agricultores se trasladan a otro sector para repetir el proceso. Los suelos abandonados están listos para sembrar en un tiempo estimado de 25 años.

En Europa este tipo de agricultura no es muy común. Persiste en regiones con clima tropical, como América, África y algunas partes de Asia.

Secano, tan tradicional como la comida mediterránea

Este sistema es más amable que el itinerante y demuestra la preocupación que los agricultores tenían desde hace varias décadas por la sostenibilidad del medio ambiente.

Extensiva de secano

Consiste en dividir el terreno en dos partes, rotándolos para que mientras uno se cultive el otro descanse y reponga los nutrientes. Este régimen depende de las condiciones naturales de cada lugar y se hace sin aporte externo de agua.

Utilizado principalmente por la escasez de agua para regar los terrenos, este sistema es característico en la región mediterránea de España y Europa, donde persisten ecosistemas semiáridos. Precisamente, en esta parte de la península ibérica el secano es tan tradicional como la comida mediterránea que se obtiene de los cultivos con esta técnica: olivo, trigo, cebada, centeno, garbanzo, lenteja, entre otros.

Irrigada, una técnica sin descanso

Este sistema recibe su nombre debido a que surgió en el Asia Monzónica, donde hay gran cantidad de lluvias a lo largo del año, produciendo inundaciones propicias para el cultivo de especies como el arroz.

Ricicultura irrigada o monzónica

Esta técnica, que requiere de una gran mano de obra y la utilización de herramientas tradicionales, beneficia a un gran número de familias –propietarias y trabajadoras de la tierra- que cosechan dos o tres veces al año, pues la tierra nunca descansa.

España, con variedad

Aunque estos tres tipos de agricultura tradicional son los más utilizados a lo largo del planeta, en países como España se puede identificar una gran variedad, y que se ajusta a las costumbres ancestrales de nuestros agricultores, el clima o la evolución del conocimiento. Lo primordial, sea cual sea el sistema elegido, es mantener la relación de respeto entre la producción y la sostenibilidad.

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